La pared
está enmohecida, verde negruzco.
Distrae mis
pensamientos.
La pared que
distrae mis pensamientos
está enmohecida
de historias que no me pertenecen.
Pero están
y son.
La pared distorsiona
las prioridades, paraliza la mirada y las manos.
La pared
enmohecida de ruidos ofusca los pensamientos más profundos.
Necesito
incluirlas en mis días para limpiarme dentro y fuera.
El país es
una pared enmohecida verde sucio.
María Luisa Lázzaro