9 de marzo de 2011

Lodazal

LODAZAL



Una mudez en los ojos lagrimea impotencia en las falanges, los abrazos no encuentran el cúbito ni el radio. El corazón, papel comprimido; la mente, un ensortijado de cabellos sin ideas lisas.

Otra vez la muerte embrionaria en los pulmones, de nuevo la bujía de la pólvora revienta gestos, picadillo de sensaciones. La pared del pueblo, cielo negro, sin aguardos lumínicos.

La Quinta Sinfonía de Beethoven se diluye entre los Adagios de Mozart. Acordes difuntos hacen pastoso el camino, con grumos de ciénaga. Lodazal o pantano, los pies ampollados extienden la voz pacifista. No hay eco al auxilio.

MLL